"'Si dan paso a esto, mi presencia aquí sobra', sentenció Rafael Correa a modo de advertencia.

La reunión entre Marcela Aguiñaga, integrante de la Revolución Ciudadana, y la reconocida opositora Lourdes Tibán, mantiene visiblemente molesto al expresidente Rafael Correa, lo que ha desatado interrogantes sobre el trasfondo político de este acercamiento.

Correa escala el conflicto interno en la Revolución Ciudadana y lanza un ultimátum por el caso Aguiñaga

Rafael Correa, líder histórico de la Revolución Ciudadana (RC), ha optado por exponer públicamente las disputas internas del movimiento en lugar de manejarlas a puerta cerrada. La controversia se centra en sus duras críticas hacia su coidearia Marcela Aguiñaga, prefecta del Guayas, debido a una reunión que sostuvo con la prefecta de Cotopaxi, Lourdes Tibán.

Este domingo 23 de noviembre, Correa reiteró su rechazo al encuentro, calificándolo como una deshonra para la organización. Argumentó que Tibán ha difamado sistemáticamente a la RC, por lo que cualquier acercamiento con ella implica, a su juicio, validar sus ataques o banalizar la ética del partido. Su postura fue tajante y con tono de ultimátum: advirtió que si el movimiento tolera este tipo de acciones, él daría un paso al costado. Además, ratificó que no apoyará la reelección de Aguiñaga y exigió definiciones claras de cara a la convención de enero.

El pronunciamiento generó eco inmediato en las filas del correísmo. La asambleísta Patricia Núñez respaldó al expresidente apelando a la "coherencia y dignidad", mientras que Luisa González, presidenta de la RC, difundió las palabras de Correa en medio de sus actividades personales. Por su parte, la legisladora Mireya Pazmiño fue más dura, aludiendo indirectamente a Aguiñaga como "tránsfuga" y pidiendo recuperar la decencia política para evitar traiciones.

Pese al revuelo y a las maniobras que parecen buscar su salida del tablero electoral donde se perfilaba como una posible carta presidencial, Marcela Aguiñaga ha guardado silencio sobre la polémica y las amenazas de Correa, manteniéndose enfocada en su gestión al frente de la Prefectura.